Consejo de la Judicatura

Pichincha, 04 de mayo de 2016

Memorias sobre el COGEP

Son las cinco y media de la tarde del jueves 28 de abril de 2016, el cielo de Quito empieza a oscurecer debido a una inminente lluvia que apresura los pasos de los abogados quienes acuden a su cita en el auditorio de la Corte Nacional de Justicia.

El octavo piso está listo para recibir, momentáneamente, a más de cien profesionales del Derecho. El timbre del ascensor anuncia la llegada de la primera persona, se abren las puertas y la abogada Esther Tandazo se aproxima hacia la mesa de registro, saluda amablemente, llena sus datos y deja plasmada su firma; el sonar de sus tacones la acompañan hacia las primeras sillas del auditorio donde nos sentamos a conversar.

Un poco tímida afirma que ha asistido a más de diez conversatorios, los cuales le resultan satisfactorios. “El Consejo de la Judicatura, al brindarnos esta oportunidad, nos está capacitando adecuadamente para el sistema oral”.

Finalmente y con premura, menciona que con la entrada en vigencia del COGEP (Código Orgánico General de Procesos) se elimina tanto papeleo y se medirá la capacidad de cada abogado.

De repente, en un abrir y cerrar de ojos, todas las sillas se encuentran ocupadas, los presentes se alistan; sacan sus grabadoras de voz, un cuaderno, un esferográfico y su fiel compañero de conversatorios, un libro con pasta de color blanco titulado COGEP.

El evento inicia con las palabras de Ana María Intriago, capacitadora de la Escuela de la Función Judicial y mientras ella explica sobre el Proceso, aparecen detrás de ella algunas diapositivas explicativas sobre este Código.

Su caminar pausado y singular carisma, al momento de exponer, deja ver sonrisas entre los asistentes; el ambiente se torna más ameno, se asemeja a una tarde en la que te reúnes con amigos a conversar y  tomar una taza de café.

De repente el micrófono pasa de un lado a otro, lo que permite escuchar las preguntas de los participantes que quieren aclarar sus dudas.

Mientras se va desarrollando el conversatorio, los abogados miran con atención, su interés no disminuye,  el sonido al cambiar las hojas de cuaderno que se agotan debido a los apuntes que toman es cada vez más agudo.

El tiempo transcurre y la siguiente capacitadora, Mayra Vinces, se levanta lentamente y toma el micrófono,  los abogados no tardan en abordarla con preguntas.

Se acercan las siete y media de la noche, el conversatorio está por terminar, las capacitadoras precisan los  últimos detalles y presentan los ejemplos finales, los asistentes se colocan sus abrigos, guardan los materiales en sus carteras, portafolios ymochilas, se preparan para escuchar sus nombres y retirar un certificado que les servirá como constancia del tiempo compartido entre colegas.

Desde atrás se escucha susurrar ¡El tiempo pasó volando! ¡Debemos inscribirnos para el siguiente!

Con apuro, Silvano Mejía se coloca su chompa de cuero negra y se apresta a salir. Con el afán de conocer su opinión de lo vivido, me acerco y lo abordo sutilmente, a lo que responde con amabilidad y soltura, además de enfatizar que la implementación del COGEP es primordial para los abogados porque les permite ejercer su profesión de manera rápida, oportuna y eficaz.

“He asistido a todos los conversatorios que se han realizado en Quito, esta iniciativa es excelente”, aseveró.

Silvano es una de las últimas personas en salir del auditorio, mientras espera que suba el ascensor que lo llevará de regreso a la planta baja, menciona que los conversatorios son muy didácticos, que allí pueden conversar libremente con los formadores y a la vez nutrirse de la experiencia de colegas que tienen años de ejercicio profesional.

Su acento demuestra que no es de este país, lo que me lleva a preguntarle de dónde es; con una sonrisa en su rostro responde que es de Venezuela y que le encantaría que en su país se aplique el COGEP porque tienen causas de 15 y 20 años atrás en las materias Civil, Tributaria y Agropecuaria.

El reloj marca las 8 en punto de la noche y el octavo piso se queda vacío, a la espera del próximo conversatorio del jueves 19 de mayo.

UNIDAD PROVINCIAL DE COMUNICACIÓN SOCIAL – PICHINCHA