Alrededor de 32 mil habitantes de la parroquia de Pomasqui, al norte de Quito, se beneficiarán de la justicia de paz. El pasado domingo 25 de septiembre, se eligió a Verónica Romero, de 40 años y Wilson Moya, de 60 años como jueces de paz, de esta localidad.

Los jueces electos se pronunciaron satisfechos con el proceso de selección y se comprometieron a trabajar en beneficio de los habitantes de sus comunidades en la solución de conflictos a través de procesos de diálogo y consenso ciudadano.

“Lo importante es transmitir tranquilidad, armonía y participación”, indicó Romero.

Mientras que, Moya se mostró agradecido por el apoyo recibido y manifestó que “lo primordial en la solución de conflictos es el dialogo, con lo que se construye acuerdos”, afirmó.

De su parte,  Jaqueline Castro, presidenta del Gobierno Parroquial de Pomasqui afirmó que con esta iniciativa se procura vivir en armonía y evitar gastos innecesarios, pagando abogados para resolver conflictos que se pueden solucionar con el diálogo.

“Alrededor de 150 habitantes participaron de este proceso, del que se eligió únicamente a dos” acotó Castro.