Pichincha, 04 de diciembre de 2015
Jueces y juezas de paz promueven un cambio positivo en la justicia ecuatoriana
El 1, 2 y 3 de diciembre se realizó la capacitación a los candidatos a jueces de paz para la parroquia Chavezpamba.
Los jueces de paz tienen el propósito de resolver conflictos entre las partes a través de la mediación, sin necesidad de llegar a juicio, optimizando así tiempo y recursos de los usuarios.
Entre las competencias de los jueces de paz están el resolver conflictos individuales, comunitarios o vecinales; obligaciones patrimoniales, de hasta cinco salarios básicos unificados; es decir, mil 700 dólares, aproximadamente y contravenciones que no impliquen la privación de libertad.
No pueden ser resueltos por los jueces de paz, casos que impliquen vulneración de derechos humanos, violencia intrafamiliar, contravenciones con privación de libertad como conflictos patrimoniales que superen los cinco salarios básicos unificados. Además, la Constitución señala que la justicia de paz no prevalecerá sobre la justicia indígena.
Para poder convertirse en juez o jueza de paz no se requiere ser profesional del Derecho.
Entre los requisitos se cuentan el ser mayor de edad, estar en goce de los derechos de participación ciudadana, tener un mínimo de instrucción primaria completa, hablar el idioma de la parroquia y tener un domicilio permanente en la circunscripción territorial.
La persona que ejerce el cargo no recibe sueldo, pero sí participa en un sistema de incentivos que promueve el Consejo de la Judicatura (CJ), a través del Programa Nacional de Mediación, tales como formación y capacitación.
Actualmente, en el país, existen 100 jueces de paz, quienes brindan sus servicios en 80 parroquias; han intervenido en 221 casos, en los que se llegó a acuerdos que benefician a los involucrados; la mayoría corresponden a problemas vecinales, litigios por linderos o convivencia.